Aquellos maravillosos años, estos maravillosos días.

Si hay algo que recuerdo con verdadero cariño de mis veranos de niñez son esas largas cenas y comidas con mis familiares bajo la parra de casa de mis abuelos, comiendo ensalada y devorando tajadas de melón para después salir corriendo a jugar con una vieja caja de juegos reunidos.

Y como postre o merienda, nada de rimbombantes dulces extraños, simplemente nos subíamos a las sillas para coger uvas o nos encaramábamos al peral para comernos unas peras que simplemente frotábamos contra la camiseta antes de comerla, más por imitar ese gesto tan conocido de las películas que por que hiciese falta lavarla, a veces también enredábamos a mi abuelo para que nos llevara a recoger higos o brevas al campo vecino…

De niño, estábamos siguiendo sin saberlo el concepto de slowfood y además consumiendo productos ecológicos, igualmente se que hoy hay mucha gente que también tiene sembrados frutales y que también suele juntarse a comer en familia, pero si soy consciente de que dadas las circunstancias sociales actuales, hoy por hoy se tiende más a salir a cenar «por ahí» que a organizar una comida casera en la que se junten y participen todas las ramas de la familia. Un ejemplo claro lo he visto en casa de una amiga, donde se reunen un montón de hermanas, con la madre, los maridos y una verdadera guardería con primos de todas las edades.

Todos se juntan y todos participan, los niños más grandes cuidan de los pequeños, los adolescentes ayudan con la mesa y todos los demás preparan una u otra cosa de comer, luego, como hacíamos en casa de mi abuelo, se sientan en una mesa larguísima improvisada con varias mesas pequeñas cubiertas un mantel (donde siempre hay una jarra que baila entre dos mesas).

Toda esta nostalgia empapa una moraleja creemos que bastante amable y bastante necesaria, comed tranquilos, comed sanos, y sobre todo acompañad las comidas de amigos y familiares, de historias agradables, de momentos que dejen un sabroso aliño en vuestra memoria, ya que la salud es también el entorno donde se come y donde se vive.

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