Bolis para los indios

Hoy os presentamos una nueva colaboradora de queremosverde.com, Justine de la Bretonne.

Esperamos que este sea el primero de muchos artículos y que a todos vosotros disfrutéis tanto de ellos como lo hacemos nosotros.

Y a continuación, ya os dejamos que leáis el artículo:

Hola a todos,

Quisiera empezar mi colaboración en esta web con un artículo que me ha dejado “epaté” (que al ser en francés, es una forma muy fina de decir despatarrada). El título lo dice todo: “CALMANTES Y BOLÍGRAFOS PARA APACIGUAR A LOS INDIGENAS DE PERÚ”.

La cuestión es que una gran compañía de gas, ha pasado por una reserva de indios Nahua para llevar a cabo pruebas medioambientales a fin de evaluar si el suelo es adecuado a sus intereses comerciales. La citada reserva fue creada en 1990 para proteger los derechos territoriales de los indígenas vulnerables, ya que se enfrentan a su total extinción, en caso de abrirse sus territorios.

Según un líder de la comunidad, han recibido material médico (calmantes), de papelería (bolígrafos) y promesas de trabajo (???), sin duda, productos todos ellos de “primerísima necesidad” en lo más profundo de la selva amazónica.

Analicemos el asunto con la seriedad y rigor con que a partir de ahora abordaremos estos temas:

Empecemos por los calmantes:

¿Realmente los necesita un indígena de la selva? ¿Están realmente tan expuesto al “stress” de la “global way of live” ? :

Empiezan el día cuando se despiertan (así, sin despertador ni alarmas); se dedican a pescar, cazar y recolectar frutos cuando tienen hambre, se relacionan de forma natural en sus comunidades, se emparejan cuando les “pica”, se pasan largas horas en hamacas contemplando la vida pasar…… y si tienen problemas de salud, recurren a la inmensa farmacia natural que tienen a su alrededor.

Con respecto a los bolígrafos – tengo una duda existencial: ¿serán naranja? ¿serán cristal?  – Ahora en serio: ¿Para qué necesita un indígena un puñetero “boli”?. Para escribir ¿donde?, ¿El qué? ¿A quien? ¿Cómo?…. Su cultura se transmite de forma oral, a través de los mayores de la comunidad.  Conservan la forma más perfecta de vivir su cultura: compartiendo.

Pero lo que  me indigna del todo es lo de “promesas de trabajo”  ¡¡¡Venga, Coño!!!

Prometer un horario de 8 a 17; con un salario base justito (total, no tienen donde gastarlo), enseñarles a manejarse con un PC, soportar el insufrible sonido del teléfono, y comer de tartera.

A ver si nos enteramos: esa gente vive feliz sin contactar con nosotros. Sólo piden resignadamente que se les respete las reservas que les han asignado. De hecho, 15 pueblos indígenas se han resistido al contacto. Con la vida que llevan, cualquiera se mete en nuestra vorágine diaria:  vamos corriendo a todas partes, nos pasamos el día fuera de casa, no tenemos apenas relación con los nuestros, hacemos cábalas para llegar a fin de mes, en vez de pescar o cazar pasamos el día de descanso por el suplicio de la compra en el “super”, calculando mentalmente el montante de lo cargado en el carrito (vehículo infernal donde los haya), tenemos hipoteca, “stress”, depresión, dependencia de la moda (a los indígenas les basta un taparrabos),….

Lo más triste de todo este tema, es que con cada comunidad que se extingue, también perdemos un inestimable tesoro de sabiduría y vida en comunión con el entorno y las estaciones del año.

Por todo ello, quiero dejar constancia de mi más profunda indignación por esta falta total de ética y de respeto.

Justine de la Bretonne

 

 

 

 

 

admin

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6 comentarios en «Bolis para los indios»

  1. Querida Justine,
    No podría estar más de acuerdo con tu artículo.
    Por favor no dejes de escribir y mantenernos entretenidos con tus reflexiones mordaces.
    Aurevoir cheri!
    Carola Laga

  2. Estimada Justine de la Bretonne, me has dejado “epaté” con tus reflexiones.

    Sinceramente, comparto todas tus reflexiones, quizá no hayas sido tan ácida como deberías, pero para un primer artículo no ha estado mal, seguiré tus pensamientos y espero poder rebatirte alguno de ellos.

    Un humilde servidor, que la tiene en gran estima

  3. Querida Justine
    Aunque pueda sonar repetitivo, me ha encantado tu artículo!
    Ha sido un placer volver a leerlo (porque me considero privilegiada y puedo decir que he sido de las primeras en poder disfrutar de él), por todo ello te animo a que nos sigas deleitando con estos comentarios, que nos dibujen una sonrisa en esta vorágine de estrés en que vivimos.
    Un abrazo. . . . y hasta pronto!

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