Nacer naturalmente
Parto natural, la verdad que dicho así podría sonar a que hay otro modo….y al parecer sí. Hay tantos modos como mujeres que lo llevan a cabo, y unos tenderán más a lo que la naturaleza tiene previsto para ese acto y otros serán bastantes más artificiales y medicalizados.
Con esta entrada sólo pretendemos mostrar dicho abanico y respetando la opción que uno elija, incidir sobre todo en que hay infinitos modos de tener a nuestro bebé más allá de los que habitualmente se están practicando en nuestro país.
El parto natural significará riesgos mínimos (siempre que la madre y el feto se encuentren en buen estado de salud), porque no existe alteración alguna de la madre ni el feto por medio de medicamentos. Entre sus beneficios destaca el contacto inmediato y permanente del pequeño con su madre, desarrollando su autoestima y capacidad de relacionarse con el resto.
Si optas por este tipo de parto, deberás prepararte para enfrentar los malestares propios de la fase final del embarazo por tus propios medios, pero no temas, los tienes dentro de ti, son innatos, y además pueden potenciarse mediante cursos preparatorios, yoga, hipnosis y muchos modos más, que cada vez con más facilidad se ponen a nuestro alcance.
Al no usarse anestesia química, la mujer controlará su trabajo de parto y pre-parto con el mínimo dolor posible gracias a estas técnicas y sobre todo al permitir que el organismo haga las cosas justamente del modo en que está más que diseñado, generando las sustancias y los procesos necesarios para que todo vaya bien.
El proceso del parto humano natural se categoriza en tres fases: el borramiento y dilatación del cuello uterino, el descenso y nacimiento del bebé y el alumbramiento de la placenta.
En el parto clínico en España, el parto suele verse asistido con medicamentos como oxitócicos y ciertos anestésicos (como la epidural por ejemplo) e incluso una posible episiotomía, todo esto no debería hacerse nunca de manera rutinaria, el parto más seguro es el que evoluciona espontáneamente y en el que no se interviene innecesariamente. Pero actualmente está bastante extendida este modo de proceder aún no habiendo ninguna complicación médica, sino por ligereza y evitar molestias a priori a la medre, sin sopesarse ni informarse plenamente de lo que supondrá a otros niveles.
En algunos embarazos catalogados como de riesgo elevado para la madre o el feto, el nacimiento ocurre por cesárea.
En la mayoría de casos por tanto el parto podría ser un proceso natural no medicalizado, que la mujer desarrollara con o sin apoyo de otras mujeres experimentadas, entre las que se encuentran las llamadas comadronas o parteras o por profesionales del área de la salud como las matronas o matrones. Y la participación de médicos especialistas en obstetricia que aplicarán medicamentos, podría limitarse a cuando aparece alguna complicación del embarazo o del parto que los requiera.
Además de la dualidad de tener a un bebé con o sin intervención médica existen muchísimas variantes, desde parir en casa o en clínica a hacerlo con apoyo de técnicas específicas de lo más variadas y efectivas…
Un ejemplo que nos ha llamado la atención es el hipnoparto, cuyo objetivo es que la madre aprenda a apreciar el conocimiento innato de su cuerpo, y a relajarse durante el proceso del parto, para poder trabajar en conjunto con su bebé y lograr un parto natural sin medicamentos y sin dolor.
¿No os parece interesante?
Os dejamos varios enlaces donde podéis ampliar información al respecto de todo esto, y el enlace de un documental que nos pareció que arrojaba algo de luz ante otras posibilidades de traer a nuestros hijos al mundo más allá del hospital y la mamá tratada como enferma que solemos encontrar, aunque cada vez se estén valorando otras opciones que al ir sabiendo de ellas nos pueden permitir elegir con libertad lo que nos parezca más adecuado y útil como opción… como siempre saludos y esperamos vuestras aportaciones.
http://espanol.babycenter.com/pregnancy/el_parto_y_el_nacimiento/hipnoparto/#axzz1X52Al4SF
