Queremos Verde

El verano ya está tocando a su fin y empiezan las mañanas y atardeceres cada vez más frescos en los que no estorba un jersey o una chaqueta.

Es el tiempo de comenzar a buscar la ropa de invierno, y empezar el cambio de vestuario, empezar a pensar en sacar las estufas de los trasteros, preparar las plantas para las heladas… quizás no tanto, pero con lo rápido que pasa el tiempo, todo sorprendernos y pasar una noche más fresca de lo normal.

Pero, ¿y si preparamos nuestra calefacción casera y ecológica?

Aprovechando que aún hace buen tiempo para estar en la calle y después del trabajo quedan aún un par de horas de sol, ahorraremos también el uso de luz artificial si disponemos de una terraza o un patio en el que hacer nuestros experimentos de bricolaje ecológico.

Otra ventaja de alguna de las calefacciones caseras que vamos a ver, es que además estaremos reutilizando materiales, con los beneficios que la reutilización ofrece sobre el reciclaje.

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Haciendo una calefacción ecológica con latas de refresco

El primero de los ejemplos que vamos a proponer es fácilmente recreable en casa, únicamente necesitamos un poco de espacio y unas herramientas básicas, pues los materiales, podemos conseguirlos guardando las latas de refrescos que tomemos, y las tablas listones son materiales fáciles de encontrar con dar una vuelta por el barrio, al igual que el tubo de plástico.

La idea es sencilla. Se hace una caja en la que se alojan latas de refresco formando tubos, con una toma en la parte inferior, y taladrándolas hacemos que haya una corriente de aire de abajo hacia arriba.

Una vez hecho cada tubo, se pinta de color negro y se aloja en la caja.

A la caja, previamente, se le ha hecho un agujero en la parte inferior y otro en la parte superior, que será donde colocaremos los tubos que servirán de entrada y salida de aire.

Y también, pintaremos la caja de un color oscuro para aprovechar mejor la energía solar.

Para finalizar, utilizaremos un plástico transparente, metacrilato o un cristal reciclado de alguna ventana o puerta.  Antes habremos tapado cualquier posible resquicio por el que pudiera haber pérdidas de aire caliente.

Por último, podemos hacer un soporte sobre el que lo colocaremos y que nos dé la posibilidad de orientarlo hacia el sol, de manera que podamos aprovechar al máximo el calor que este nos brinda.

Y una vez hecho, sólo nos queda disfrutar del calor que nos dé, que no será suficiente para calentar totalmente una casa, pero al menos ayudará a templarla.

 

Las estufas balcánicas

Otra opción de la disponemos, es de las estufas balcánicas.

Pero en este caso ya no podremos fabricarla nosotros mismos, pues la cerámica que las compone necesita de un proceso. Y además nos proporcionarán calor, con un consumo muy bajo y sin humos.

Y nos ofrece la posibilidad de incorporarle un horno, por lo que además de calentarnos, podremos cocinar utilizando la misma energía.