Queremos Verde

Creo que ni los chinos se podían imaginar el alcance que el papel tendría a lo largo de la historia de la humanidad, y mucho menos hoy en día, donde le damos infinidad de usos: pañuelos de papel, bolsitas de infusión, papel higiénico, libros, cuadernos, servilletas, los vasos de ese espantoso café de máquina, viseras para el sol, e innumerables envoltorios para todo tipo de objetos.

Tod@s sabemos que el papel viene de los árboles, en concreto de la celulosa, y también sabemos, que el hombre es cada día más voraz con los bosques, de manera que se han de buscar alternativas a los árboles, ahí entra en juego el reciclaje, donde reutilizaremos esos papeles viejos para fabricar otros nuevos, respetando así nuestros bosques, pero no es oro todo lo que reluce, no todo es reciclable de la misma manera y por supuesto no todos los sistemas de reciclado de papel funcionan igual ni son igual de respetuosos con el medio ambiente durante su proceso.

De la misma manera que hay tintas vegetales respetuosas con el medio y que son además biodegradables, existen también diferentes tipos de papel, papeles reciclados en los que en el proceso de blanqueado se prescinde totalmente del cloro cuyo uso resulta muy tóxico para el medio ambiente , TCF, también contamos con papeles en los que en lugar de usar cloro gas (que se usó como arma durante la 1ª Guerra Mundial) se usa dióxido de cloro combinado con largos tiempos de cocción (ECF), igualmente tenemos papeles que aún no siendo propiamente reciclados, sí que se nos asegura que proceden de bosques que tala controlada, es decir, que se siembran nuevos árboles en sustitución de los que han sido talados, manteniendo de esa manera el equilibrio, FSC.

Y ahora, conociendo algo mejor este «papeleo», busquemos las alternativas más respetuosas, de manera que si usamos papel, este sea reciclado con cabeza cuando acabe su vida útil y cuando el tamaño de la fibra del papel impida reciclarlo con facilidad quizás sea el momento de compostar ese papel y devolverlo a la tierra.