El paraíso en la tierra

Estimados Amigos, a fuerza de derrochar fuerza denunciando las incongruencias de nuestra especie con su entorno, he acabado exhausta. Por ello, esta semana quiero dar un toque más esperanzador a mi artículo.

Existe un lugar en nuestro planeta que es un auténtico paraíso. Se trata del Parque Nacional Yasuni, en Ecuador. Forma parte de la Selva Amazónica, abarca unas 982.000 hectáreas y alberga la mayor biodiversidad de nuestro Mundo.

Este lugar es muy especial, ya que en las glaciaciones, cuando toda la selva se convirtió en pradera, la región de Yasuni conservó todas sus características selváticas, proporcionando refugio a las especies amenazadas en esas eras.

A pesar del cambio climático que sufrimos en el resto de nuestro Planeta, el área presenta condiciones climáticas estables.

Los números son mareantes:

2.274 especies de árboles y arbustos.

593 especies de aves

80 especies de murciélagos

121 especies de reptiles

150 especies de anfibios

Pero lo que ya nos sobrepasa es el número de especies de insectos: nada menos que 100.000 por hectárea.

En este Parque, viven tranquilamente dos grupos de nativos: los Tagaeri y los Taromenane, que forman parte de la cultura Waorani y que han decidido mantenerse en un voluntario aislamiento de la cultura occidental, manteniendo intacta su cultura, su forma de vida acorde y respetuosa con su entorno, disfrutando de esa maravillosa biodiversidad con que han sido bendecidos.

¡A ESTO LE LLAMO YO SER SERES RACIONALES!

Para alegría de estos pueblos y de todos nosotros en general, el Parque no está en peligro. ¡Y eso que cuenta con 846 millones de barriles de petróleo en su subsuelo!

Sin duda se habrán quedado tan pasmados como me quedé yo.

Si señores, el gobierno ecuatoriano se ha comprometido a mantener inexplotadas, POR TIEMPO INDEFINIDO, esas reservas de crudo. El petróleo se quedará bajo tierra.

Desde luego es una excelente noticia en medio de tanto despropósito con nuestro planeta.

Desde aquí mi más profundo agradecimiento al Gobierno Ecuatoriano y mi más entusiasta felicitación.

Por último, un deseo: ¡QUE CUNDA EL EJEMPLO!

Justine de La Bretonne