El campo es muy banal, mejor construimos una ciudad

Definitivamente en este país no somos tontos, no… somos listos, lo que se dices unos listos de cuidao. No habiendo escarmentado con nuestra querida crisis inmobiliaria, arte y obra de nuestra ansia y avaricia, ahora se nos ha ocurrido para arreglarlo dar vía libre a las construcciones rurales, así, sin ton ni son, lo que en mi pueblo se llama (y perdón por la expresión) El coño la Bernarda.

La noticia en cuestión la he leido en Noticias Positivas, y vamos, que la cosa viene a ser como vender la gasolina para comprarse el coche (os suena, ¿verdad?), y es que como dijo John James Audubon -no hemos heredado el mundo de nuestros padres, si no que lo tenemos prestado de nuestros hijos-, y lo peor es que somos incapaces de asimilar este hecho.

La noticia, lo que viene a decir es que se pretende aprobar una ley que permita construir en terreno rural así, a la brava, a partir, eso si, de un determinado número de hectareas, pero ignorando las anteriores leyes, que aunque con cierta debilidad, si que protegían espacios vírgenes manteniendo alejados a los lobos de las presas. La verdad que no se trata simplemente de permitir construir, si no que además no contemplan un tipo de construción altamente resposable con el medio ambiente, cosa que como mínimo debería exigirse, si no que habría incluso que adecuar el terreno en cuanto a alcantarillado, electricidad, agua, etc.

En fin, que estoy huele a chamusquina, poco más o menos como los incendios de la Comunidad Valenciana.

Queremos Verde

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