El clima espera…
Para muchos de nosotros el mero hecho de pensar en cambiar el clima, para intentar mejorarlo (como es lógico), se nos hace un mundo.
Viendo lo poquito que se implica la gente y las empresas, y lo poquito que podemos hacer cada uno, pero lo cierto es que grano a grano se hace el granero.
El cambio tiene que venir de todos
Todos juntos podemos hacer un gran cambio, partiendo de nuestra actitud y nuestra forma de actuar.
Tendríamos que empezar por cosas básicas, como por ejemplo la agricultura, podemos apostar seriamente por una agricultura ecológica.
Y muchos diréis, «Yo no soy agricultor, ¿cómo voy a cultivar de manera ecológica para contribuir al bienestar del clima?».
Pues bien sencillo, no tienes por que cultivar nada, simplemente consumir solo producto ecológico.
Hagámoslo todos, y veremos como al resto no les quedará más remedio que subirse al carro de lo ecológico.
Con el cambio llegará la regeneración
Así, de un plumazo, nos quitaremos las «mil mierdas» que vertemos sobre los campos, y es más, poco a poco iremos regenerando el clima y la tierra, que en definitiva, el azul es más bonito que el gris.
Igualmente deberíamos pedir en nuestros ayuntamientos que en lugar de sembrar de plásticos verdes las rotondas y y arrancar y volver a sembrar flores cada vez que «se gastan», que fumigar, por que esas plagas se vuelven insostenibles…
Más les valdría buscar a jardineros válidos y con capacidad de análisis y raciocinio que les orientase sobre como sembrar variedades que se complementen y que vayan alternando sus flores todo el año y que además ellas solitas se gestionen el agua.
¿Acaso eso no interesa por que es más rentable cambiar las flores cada poquito para engordar mi cerdito de barro y comprarme un Mercedes para fardar?
En ese caso mucho me temo que no estamos hablando de nada, o mejor dicho, no están pensando en nada, salvo en su ombligocentrismo absolutista, con lo cual, tenemos un problema.
La cosa es sencilla, ¿Cómo vamos a hacer?.
El clima espera…