¿Compartimos o caminamos?
La opción de compartir coche
Hoy, y cada vez más día a día, es habitual sufrir largos traslados diarios para ir trabajar.
Bien porque la vivienda que nos hemos visto obligados a adquirir está lejos de nuestro lugar de trabajo, casi siempre por un tema de precio o bien por que el trabajo nos obliga a trabajar en zonas determinadas.
Sea como fuere, es bastante común que tengamos que desplazarnos largas distancias de casa al trabajo y viceversa cada día.
En ese traslado, muchas veces por comodidad, usamos individualmente nuestro coche.
Esto nos permite plantamos en el trabajo en poco tiempo, pero al mismo tiempo supone que coches de generalmente 4 ó 5 plazas solo se llenen con 1 ó 2 personas.
Esto provoca un gasto inútil de energía, combustible y espacio, y en consecuencia crean una nube de contaminación bastante preocupante por no hablar de los atascos kilómetricos y el aumento de gasto de combustibles.
La solución puede ser variada, madrugar y caminar relajadamente al trabajo, compartir coche, coger la bici o ajustar nuestros horarios al del transporte público.
La verdad, no veo descabellada la idea de ir caminando o en transporte público siempre que sea posible.
Aunque el transporte público hay que reconocer que no siempre es tan bonito y puntual como nos lo pintan desde los ayuntamientos.
Pero lo cierto es que es útil y nos ahorra el uso de una buena cantidad de vehículos particulares ocupando más espacio y generando más contaminación.
Por otra parte, la opción de compartir coche, como hemos visto con nuestros amigos de Amovens, es una alternativa también bastante buena.
Sobre todo cuando no hay opción de transporte público o similares, en ese caso, se aprovechan mejor las plazas de cada vehículo y no sólo una plaza de cada cinco.
Insistimos en que caminar es sin duda la mejor manera, pero en caso de no poderse hacer, valoremos cual es la alternativa más ecológica de desplazarnos a nuestro trabajo.