Día Mundial de la Alimentación

Una fecha a tener en cuenta

El próximo día 16 de octubre se celebrará otro año más el Día Mundial de la Alimentación.

Desde 1979 cada 16 de octubre se dedica a llamar la atención sobre la problemática de la situación alimentaria mundial y aumentar la implicación en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza.

Esta fecha fue decretada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

En 1981 se comenzó a atribuir un tema cada año a este día. Siendo, para este 2016, «El clima está cambiando. La alimentación y la agricultura también«.

El cambio climático es la causa de la temática de este año. El cambio en el clima está provocando cambios en los cultivos y la desaparición de especies. Las nuevas circunstancias ambientales hacen que sea cada vez más necesario implementar sistemas de cultivo y producción de alimentos sostenibles.

Sin que estas actuaciones sean una realidad, será difícil alimentar a la población en el futuro.

Según las estimaciones se espera que en 2050 la población mundial alcance los 9600 millones de personas. La distribución desigual de la población en núcleos urbanos cada vez más grandes con mayor demanda de recursos pone sobre la mesa un reto que es necesario solucionar para proporcionar la seguridad alimentaria.

La seguridad alimentaria se da cuando todas las personas tienen acceso físico, social y económico permanente a alimentos seguros, nutritivos y en cantidad suficiente para satisfacer sus requerimientos nutricionales y preferencias alimentarias, y así poder llevar una vida activa y saludable. FAO.

Acabar con el despilfarro de comida. Otra acción a tomar.

Por otro lado, contribuir a la eficiencia alimenticia en el sentido de reducir la cantidad de comida que se desperdicia y acaba en el cubo de la basura es otro factor importante sobre el que se debe trabajar. Según la fuente la cantidad de comida va desde un 30% al 50%.

Este hecho afecta al medioambiente principalmente de dos maneras.

La primera es la sobreexplotación a la que los recursos naturales deben ser sometidos para compensar esa cantidad de comida desperdiciada.
En segundo lugar, esa sobreexplotación genera una huella de carbono que contribuye al cambio climático. El uso de más pesticidas, abonos, productos químicos… la emisiones derivadas durante el transporte y procesado de esos alimentos…

Es el momento de concienciarnos de que la comida no es un juego y dar al Día Mundial de la Alimentación la importancia que se merece.

Aprender a comer bien, adaptarnos a los productos de temporada, a consumir productos que se han cultivado o producido localmente, dentro de lo posible, comprar solo lo que necesitamos, consumir de forma responsable, adquirir alimentos ecológicos y pensar en cómo nuestras decisiones van a afectar a nuestro futuro es la mejor forma para empezar desde este mismo momento a evitar problemas futuros o hacer que problemas presentes se hagan más grandes.