Inodoro seco

Una de las ideas en permacultura es que todo pueda ser aprovechado para algo útil, y eso se puede aplicar al viento para convertirlo en electricidad o a los excrementos para convertirlos en compost.

Imagino que muchos al haber leído «excrementos» haya sentido ganas de cerrar automáticamente el navegador, y claro, eso son terminos tabú en nuestra sociedad «civilizada», pero saltándonos esa cohibición moral vemos que muchas civilizaciones antiguas, e incluso pequeñas poblaciones modernas usan excrementos bovinos mezclados con paja como un rudimentario adobe con unos resultados verdaderamente buenos. También estamos acostumbrado a ver como «abonan» nuestros jardines en el mejor de los casos también con heces de herbívoro.

Dije herbívoro y lo recalco, porque aquí habría que diferenciar claramente entre herbívoro y carnívoro (también nosotros debemos incluirnos en alguno de estos dos grupos), me explico: las heces de herbívoro y por tanto de restos vegetales podemos compostarlo sin problemas en nuestro vermicompostador (preferiblemente desecadas) ya que descomponen muy bien, ahora, las heces de carnívoros (perros, gatos, humanos…) no podemos compostarlas de la misma manera porque reportaría los mismos problemas que la carne o el pescado, tardando demasiado su compostación y entrando por tanto en un estado de putrefacción que traería mal olor y agentes patógenos. Entonces ¿cuál es la solución?

De entrada tendríamos que separar la orina de las heces, por una parte la orina diluida en agua puede usarse directamente para regar con muy buenos resultados, aportando nitrógeno a las plantas, así de sencillo. El problema viene con los excrementos que representan mayor «toxicidad». El proceso sería desecarlo con ceniza, serrín, etc. y al cabo de largo tiempo tendremos un compost excelente y completamente libre de patógenos.

¿Porqué esto es así? Cuando se mezclan las excretas con el orín la primera contamina a la segunda y comienza un proceso anaeróbico en el cual no hay suficiente aireación-oxigenación de manera que entraría en un estado de putrefacción y contaminación. De esta manera, al separar el sólido del líquido conseguimos un proceso de descomposición aeróbica de manera que no entra en estado de putrefacción si no de compostación, produciendo las mismas bacterias beneficiosas que se encuentran de forma natural en cualquier parte.

Por otra parte, está claro que no todos podemos montar un sistema como este en casa, pero sí que en parte podemos compostar parte de los dehechos de nuestras mascotas de forma rudimentaria en una cubeta, con algo de serrín y convertirlo en compost que podremos mezclar con nuestro vermicompost. ¿No es esta solución mucho más ecológica que meterlo en una bolsa de plástico y tirarlo a la papelera?

En muy diversos lugares del mundo se estan llevando a cabo proyectos de este tipo con excelentes resultados, solucionando problemas estructurales y de contaminación y salubridad. En pequeñas aldeas con falta de recursos y en eco-aldeas a lo largo y ancho del globo.

Os dejamos un enlace a una revista online sobre el tema aquí y un video explicativo.