Los problemas siempre pueden ser soluciones
Escuche hace un tiempo que cuando la naturaleza vuelve a cubrir una zona sobre la que el hombre había actuado, quiere decirnos que ese no es el camino, y gustosamente nos corrige, enseñándonos la manera en la que debemos actuar. Esto me recordó uno de los preceptos de la permacultura que dice que debemos trabajar con la naturaleza, no contra ella y de esta manera convertir un problema en una virtud.
Estas palabras pueden aplicarse a muchos aspectos de nuestra vida cotidiana, claro está que en lo que al huerto se refiere podemos tomar la vía cómoda y poco razonada de acercarnos a cualquier gran centro comercial y comprar toda la «cacharrería» necesaria para hacer un huerto de postal, pero así estaremos usando un montón de material que seguramente no sea necesario y probablemente poco ecológico o bien podemos cubrir las necesidades del diseño de huerta o jardín con materiales reciclados y que encontremos en el mismo sitio, de esta forma podremos convertir la potencial basura en algo algo útil y llevar a buen fin nuestro proyecto de huerta, ¿o no resulta bonita una planta de albahaca sembrada en una lata?.
Podemos construir un vermicompostador del tamaño que nos interese para deshacernos de una forma eco-lógica de los residuos vegetales y convertirlos en compost para nuestras plantas. Podemos decorar a nuestro gusto tanto el compostador como algún bidón al que podemos darle un nuevo uso para recuperar agua de lluvia o incluso meter plantas y peces para reactivar ese agua antes de usarla para regar.
Podemos clavar estacas de los restos de poda alrededor del huerto para que acumulen humedad y así hacer una vallita rústica la mar de mona.
Podemos hacer en temporada nuestras conservas con botes reutilizados, y el agua de hervir las conservas una vez fría también nos servirá para regar, y las peladuras de los tomates que hagamos en conserva no las tireis, las lombrices del vermicompostador disfrutan comiéndoselas.
Sea como fuere siempre podemos hacer un jardín simplemente siguiendo las pautas de la naturaleza, viendo donde crecen mejor las plantas y observando por qué, seguro que se convertirá en un jardín frondoso y lleno de alimentos y quién no tenga jardín, que no se preocupe, que los problemas siempre pueden ser soluciones.
