Ortorexia, cuando la comida sana deja de ser sana
Alimentarse es una de las necesidades básicas del ser humano, junto a respirar y dormir, y sin las cuales la vida no puede seguir.
Por desgracia, en algunos lugares del mundo, existen todavía millones de seres humanos que no cubren la primera de ella, alimentarse. Y en otros lugares del mundo, sucede justamente lo contrario, el exceso de alimento y de bienes materiales, provoca enfermedades como la bulimia, la anorexia, o la ortorexia, a la que vamos a dedicar el artículo de hoy.
¿Qué es la ortorexia?
Bien, según Steven Bratman, quién acuñó el termino ortorexia, ésta consiste en un trastorno alimentario marcado por la obsesión de comer comida considerada saludable por la persona que lo sufre.
Esta obsesión, lleva a la persona hasta el punto de pensar únicamente en alimentos biológicos durante todo el tiempo y en comerlos. Además, todos los elementos que rodean al alimento en sí, el cultivo, rechazándolo si durante el cultivo o cualquiera de las fases de comercialización ha tenido contacto con productos químicos. También prestan mucha atención a la forma en que se cocina, incluso el menaje que se utiliza para cocinarlo o servirlo, buscando instrumentos de cocina que no posean sustancias nocivas.
Otro de los síntomas de este trastorno es la planificación exhaustiva de los menús y comidas que van a realizar, planificando los alimentos que van a consumir, en qué cantidades, cómo van a ser cocinados… pudiendo gastar más de 3 horas diarias, en ello.
Esta obsesión, puede llevar a una situación paradójica, en la que consumiendo únicamente productos ecológicos, la persona enferme, al descartar de la dieta alimentos que proporcionan nutrientes esenciales y consumir únicamente una reducida lista de alimentos y además, cocinados de una determinada manera, lo que también tiene su influencia en las propiedades alimenticias de los alimentos.
Pero además del perjuicio físico que pueden sufrir, la exclusión social, a causa de la selección de alimentos, es algo que poco a poco va acosándoles hasta que quedan apartados de sus relaciones sociales debido a su forma de comer.
Lo que nos da la vida, también nos la puede quitar, debemos ser conscientes de ello y tener en cuenta que a pesar de que el consumo verde es la vía que debemos seguir para conseguir un mundo y una forma de vida sana y saludable, no debemos obsesionarnos, no podemos pretender cambiar la tendencia de las últimas décadas en unos meses, debemos reclamar con paciencia el derecho y la obligación de que todos los alimentos sean sanos, con lo que evitaremos problemas de salud y medioambientales.
Muchas gracias por la información y la excelente conclusión!
Un saludo!