Pluma, tintero y papel
Aquí estoy, un viernes más, pero esta vez para dejar constancia de las ventajas del sistema de comunicación en el siglo XXI. Con Internet y las redes sociales, la inmediatez en enviar y recibir respuesta, aparte del ahorro en materias primas, ¡No tiene precio! Lo confieso: ¡¡Estoy totalmente enganchada a la web!!!
Cierto es que se pierde emoción, caligrafía y personalización, pero esta pérdida suple con creces los inconvenientes de la comunicación de mi época, que paso a describir someramente:
En mi época, la comunicación entre semejantes era a través de cartas y billetitos de papel que se enviaban con cualquier persona del servicio. Este sistema tenía varios inconvenientes:
Por un lado, la tardanza y la seguridad en la entrega de una misiva: el lacayo se podía entretener con alguna doncella por el camino, podía traicionarnos y pasarle el billetito a nuestras madres, o simplemente se le perdía la nota. Ciertamente vivíamos con un estado de nervios espantoso.
Peor aún era la espera de una respuesta a nuestro mensaje – que a veces podía tardar más de una semana – con lo que nuestro sufrido sistema nervioso alcanzaba ya el paroxismo.
Por otro lado, tenemos los materiales utilizados, vayamos por partes:
EL PAPEL
A este soporte se había llegado después de varios siglos utilizando otros sistemas; a saber: la arcilla, la piedra, la cera, el papiro o el pergamino. El que no era pesado, era frágil, o sucio, o difícil de conseguir o difícil de manejar. Pero llegó el papel y nos lanzamos como posesos a escribir a diestro y siniestro. Para componer una nota se desechaban no menos de 5 a 6 intentos, en el mejor de los casos, hasta conseguir plasmar “todo lo que sentíamos” en las dichosas notitas.
Mejoró la comunicación, pero se fueron esquilmando los bosques.
De hecho, el desenlace de la Dama de Las Camelias no fue por el escarnio público ni por la diferencia de clases de los enamorados: Armand Duval y Margarita Gautier. ¡¡Créanme!!! El “culpable” fue el papel. Si el anciano padre de Armand visitó a Margarita para poner fin al romance, fue porque el pobre hombre se estaba dejando la hacienda en resmas de papel.
Mi queridísima amiga Carola Laga de Balzarini puede darles fe de ello.
LA TINTA
Con este material no había problema, porque se producía a partir de una mezcla de hollín de las chimeneas y cera.
LAS PLUMAS
Se utilizaban normalmente las de pavo, ganso o cuervo, así que entre las que usaban los literatos y las que se usaban en los sombreros de las viejas cotorras, se esquilmaban proporcionalmente las poblaciones de estas tres aves. Pero, al fin y al cabo, todos ellos (literatos, cotorras, pavos, gansos y cuervos) eran especímenes de “pluma” con lo cual, todo queda en familia.
Excelente artículo mi querida Justine! Me ha encantado!!!
Me voy a plantear otra forma de comunicar mi asistencia a todas las recepciones y bailes a los cuales me invitan, y que me tienen totalmente absorta!!! Quizás volver a los «tam-tanes» o a las palomas mensajeras (no pobrecitas), le tendré que dar una vuelta….