Practicar deporte de forma ecológica
Muchos de nosotros practicamos algún tipo de deporte, con más o menos regularidad, según el tiempo que tengamos disponible. Pero alguna vez nos hemos parado a pensar en qué grado podemos decir que el deporte que practicamos es ecológico. Hace unos meses hablábamos sobre camisetas de fútbol confeccionadas a partir de envases pet reciclados.
El grado en que podemos decir que un deporte es ecológico varía en función del equipamiento necesario, la energía necesaria para poder practicarlo y el impacto sobre el medio ambiente.
En el caso del equipamiento, tenemos desde los deportes a motor, en los que el consumo de combustibles fósiles, sustancias necesarias, emisiones, ruido… hacen que sean muy poco ecológicos por no decir antiecológicos hasta salir a correr, donde lo único que necesitamos es ropa deportiva y un calzado adecuado, donde el mayor impacto será producido por la huella ecológica de la fabricación de las zapatillas, aunque tenemos una opción ecológica como son las Brooks Green Silence, incluso podemos elegir unos skis ecológicos hechos de bambú.
Pero no es únicamente en los deportes individuales donde la tendencia ecológica ha calado hondo, por ejemplo, en Korea, han optado por iluminar con leds y energía solar los partidos de fútbol y béisbol, haciendo así sostenibles los deportes de masas, o el ejemplo de Estados Unidos, donde varios equipos de beisbol y fútbol americano han adaptado sus estadios a la certificación LEED.
Incluso en instalaciones que en principio son poco ecológicas se está implementando un modelo ecológico de desarrollo, como sucede en el golf o la transformación de viejas vías ferroviarias en las llamadas Vías Verdes itinerarios para senderismo y ciclismo.
Como podemos ver, practicar deporte no está reñido con la sostenibilidad, y además salimos beneficiados al practicarlo. Desde queremosverde.com os animamos a que compartáis vuestras experiencias y recomendaciones para hacer que la práctica del deporte sea sostenible.