R.I.P. Rey de la selva
La difícil situación actual del león
¡Sí señores!, el maravilloso león está ya en peligro de extinción en África.
Se preguntaran ustedes la razón.
Pues ahora mismo les explico, porque no puede ser más absurda e indignante.
Resulta que, hasta ahora, las mafias que surtían al mercado asiático de huesos de anímales salvajes para la preparación de pócimas – supuestamente destinadas a reforzar el vigor masculino – llevan un tiempo comerciando con los restos de leones salvajes.
Ya han conseguido que estén al borde de la extinción el rinoceronte y el tigre y, como las voces en contra de estas prácticas se han hecho ya muy molestas, pues nos vamos directamente al Rey de la Selva.
En Kenia, el tema ya es crítico pues, no sólo matan a ejemplares salvajes, sino que se han creado granjas en las que se crían leones.
En estas granjas los leones se encuentran en condiciones espantosas, con el único fin de matarlos y aprovechar sus huesos para surtir la fuerte demanda del citado mercado.
No cabe duda que el león macho (sólo valen los huesos de este género) es un bello animal pero, más vago que la chaqueta de un sereno.
Analicemos el tema.
El león pasa 20 horas al día tumbado a la bartola, observando la sabana con aire aburrido.
El resto del día lo dedica a comer y a aparearse.
Quienes hacen todo el trabajo en la manada son realmente las hembras.
No sólo han de parir y cuidar de su prole, sino que tienen que cazar en grupo para proveer de comida a todos.
No me negaran que es para revelarse.
Después de un día bregando con los cachorros, aún han de tener fuerzas para cazar (y no siempre se consigue), dejando que quienes empiecen con el banquete sean los machos que se han pasado el día vagueando.
Y, si aún les queda alguna energía deben procurar mantener a sus cachorros alejados de los machos dominantes que suelen matar a las crías que no son descendencia propia para poder aparearse con las leonas.
¿Dónde le encuentran el vigor a esta existencia?
Como no sea porque el león luce una esplendorosa melena, no me lo explico.
Aunque sólo sea por lo incongruente de la motivación, rogaría a estas mafias que dejaran al león y al resto de animales en paz.
Y si realmente necesitan proveer de cuernos (rinoceronte) y huesos (tigre y león) a sus clientes, propongo que se rebanen los suyos propios (me refiero a los cuernos).
Justine de la Bretonne
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