Justicia Gatuna

Queridos amigos, un viernes más os transmito mis reflexiones sobre la actualidad de la vida sostenible en este nuestro siglo XXI; en este caso, una muy buena noticias para los amantes de los gatos, entre los que, por supuesto me incluyo.

EL artículo que, esta semana, ha llamado mi atención, aparecido en www.efeverde.com  es el siguiente:

“El Ayuntamiento de Madrid condenado por multar a cuidadores de gatos callejeros”

En un primer momento, lo que uno siente es auténtica indignación.

¿Cómo es posible que un organismo castigue a unos ciudadanos que, desinteresadamente, asumen competencias que el citado organismo no cumple?

Sin vergüenza ni pudor alguno, este Ayuntamiento multó a una mancomunidad del barrio de Salamanca que se encargaba de mantener, alimentar y controlar una colonia de gatos que habitaban unos jardines comunitarios.
Las tres sanciones impuestas, de 300 euros cada una, fueron por los siguientes conceptos:

• Por no tener conocimiento documental de la propiedad de los animales.
• Por no ejercer ningún control sobre los animales, que se mueven con completa libertad, generando molestias y riesgos para la salud pública.
• Por tener construcciones para alojarlos, comederos y bebederos.

Vayamos por partes.

Si nos fijamos en el primer concepto, todos los ciudadanos somos susceptibles de ser multados, dado que no tenemos conocimiento documental de la propiedad de la mayoría de mascotas de nuestra ciudad.
¡¡¡ABSURDO!!!

El segundo y el tercer concepto se contradicen en su totalidad.

¿Cómo pueden multar por no ejercer control sobre la población de gatos y al mismo tiempo por tenerlos recogidos y cuidados?

Máxime, cuando el veterinario que hace seguimiento de esta colonia, testificó que no existe riesgo sanitario alguno para la población.
Estos ciudadanos se han encargado de desparasitar y esterilizar a una colonia de gatos que, en 2008, se componía de 70 individuos y que, en 2012 ya se redujo a 16, gracias a su control y a las adopciones de particulares; en otras palabras, los gatos SÍ están controlados.
Por todo ello, es de agradecer esta primera sentencia que revoca una sanción administrativa que, según la organización Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Madrid, fue injustamente impuesta a unos ciudadanos por atender y esterilizar a los gatos de la calle.

 

 

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Para más perogrullada, al juez del juzgado nr. 5 de lo contencioso-administrativo, le sorprende que este organismo, “conocedor desde hace años de la existencia de la colonia silvestre”, no haya requerido a los propietarios de la mancomunidad para poner en marcha el protocolo o haya procedido a la captura y eliminación de los animales.
Por todo ello, este juzgado anula las sanciones impuestas a estos ciudadanos, obligando al Ayuntamiento madrileño a reintegrar el importe total de las mismas (900 euros) y a pagar las costas procesales hasta un máximo de 360 euros.

Mi gato Pope, indica que, además, tendrían que multarlos por ser unos humanos malos requetemalos.

Y yo añadiría que también por poca vergüenza, por incompetentes y por idiotas redomados.

Justine de la Bretonne