Las 3 leyes de la Ecología Emocional
De nuevo con vosotros, esta semana, para seguir con este tema tan interesante de la ecología emocional.
Hoy comentaremos las 3 leyes fundamentales de esta disciplina.
¡Suscríbete a nuestro canal de Youtube!
Ley de la Diversidad y Riqueza Emocional
Desde este portal llevamos tiempo defendiendo la diversidad de la vida en nuestro planeta.
De la misma forma que, a nivel físico, la diversidad es esencial, así mismo lo es a nivel emocional, ya que ambos niveles, físico y mental, forman un todo de energía que es, en definitiva, lo que somos los seres vivos.
Todos los afectos y sentimientos son necesarios.
Ley de la Interdependencia Afectiva
Todos los seres vivos, incluso los que nos puedan parecer más pequeños e insignificantes, somos engranajes indispensables para que este mecanismo que llamamos Tierra siga existiendo.
Dependemos total y absolutamente unos de otros.
Tenemos que tener siempre claro que, como sistemas de energía abiertos, nadie es emocionalmente autosuficiente.
Todos los afectos y sentimientos que hemos emitido, recibido, disfrutado e, incluso, sufrido, nos han hecho ser cómo somos. Nos han permitido y nos permitirán la inter-relación con nuestro entorno, eso es ecología emocional.
Nuestra forma de inter-relacionarnos tiene siempre un impacto en el Universo. De nosotros depende el que ese impacto sea positivo o perjudicial.
Ley de la Gestión Ecológica de los Recursos Afectivos
Del mismo modo que nuestros sentimientos, buenos o malos, tienen impacto en nuestro entorno, también nos afectan internamente.
Tanto los seres vivos como los recursos son limitados. Por ello, debemos de hacer una buena gestión de los mismos.
Una mala gestión conllevaría nuestro agotamiento, nuestra destrucción, transmitiéndolo, irremediablemente, a nuestro entorno.
Tomemos el compromiso de trabajar nuestra parte emocional para que el flujo de energía que se transmite al universo sea lo más óptimo posible.
Tenemos que mimarnos y querernos a nosotros mismos para transmitirlo al entorno.
No es egoísmo.
Es Ecología Emocional y, desde luego, es una cuestión de supervivencia.
Justine de la Bretonne