Lo virtual es más sostenible

El otro día estaba leyendo un libro en el que se contaba la historia de una de las enciclopedias más famosas, cuando las enciclopedias impresas eran la fuente a la que los que recurríamos, es el caso de la Enciclopedia Británica.

Esta enciclopedia, símbolo del conocimiento y que daba un aura de erudición al hogar donde la tenían, desapareció del mercado por el empuje de Encarta, que sustituyó toda la aparatosidad y ostentación de los tomos impresos y encuadernados con materiales de primera calidad por un simple plástico redondo de 12 cm. de diámetro metido en una caja de cartón, y como unos pocos años más tarde, un enciclopedia generada por los propios internautas como la Wikipedia, acababa con la misma Encarta.

Con este ejemplo vemos como Internet ha cambiado no sólo la forma en que nos comunicamos, sino también la forma en que almacenamos el conocimiento, lo gestionamos y lo construimos.

Y esto que sucede con el conocimiento, que más que al conocimiento mismo se refiere al vehículo de transmisión y la forma de aprovecharlo en virtud de ese vehículo, nos lleva a reflexionar sobre la cantidad de recursos que podemos ahorrar y la contribución que Internet ha hecho para conseguir un mundo sostenible.

Volviendo al caso de la sustitución del papel por una pantalla donde podemos millones de páginas con contenidos audiovisuales, con lo que ello supone, desde la preservación de bosques al no necesitar tanto papel o el ahorro de combustibles fósiles al no ser necesario ya el reparto del producto.

Aunque también, el ordenador requiere de materias primas, un transporte, almacenaje… y electricidad que generan su huella ecológica, pero si tenemos en cuenta que cada vez más los fabricantes buscan la eficiencia energética, los materiales son cada vez más amigables con el medio ambiente y además se busca cada vez más el reciclaje de los viejos aparatos que han quedado obsoletos, y que la cantidad de energía eléctrica proveniente de energías renovables es cada vez mayor, parece que el contenido virtual es más sostenible que el tradicional.

No vamos a entrar a valorar el coste económico que supone disponer de un ordenador y una conexión a Internet, pues nuestro interés en este artículo se centra en la reflexión de cómo lo virtual, acarrea también beneficios medio ambientales unidos a la inmediatez, disponibilidad de formatos…

Así pues, desde queremosverde.com tenemos la esperanza de que algún día, todo lo que gira en torno a Internet y la hace posible sea sostenible y eco-lógico, llegando a desaparecer la huella de carbono que genera su actividad.

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