Mi bebé cerca del corazón
Algo que siempre es interesante de ver es la soltura con la que madres de determinadas regiones llevas a sus bebés acomodados con un largo pedazo de tela anudado a sus cuerpos. Los bebes muestran un gesto de gran comodidad y agrado, y se sienten seguros adormecidos por el calor corporal y el rítmico latir de corazón de la madre (o el padre), y lo más interesante es ver como cada día este método de transporte está más extendido entre los nuevos padres, dada su versatilidad en nuestro ajetreado día a día.
Desde luego que tenemos que liberarnos también de otros tantos prejuicios y costumbres (a veces no tan necesarias) respecto a la cantidad de «cachivaches» que llevamos junto con el bebé, ya que alguno podrían perfectamente ser prescindibles, por poner un ejemplo si usásemos pañales menos agresivos o gasas podríamos prescindir de tantas y tantas cremas que pueden llegar a generar alergias y problemas de piel.
Pero lo que hoy nos anima a escribir sobre esta técnica portabebes es su sencillez, y comodidad tanto para el bebé como para los padres, siendo una forma muy funcional de llevar a nuestro bebé agusto y calentito y manteniendo su alimento completamente a mano, o mejor dicho, a boca.
La cuestión es saber que tipos hay
Saber elegir la tela:
Saber como ponerla:
Y sobretodo disfrutar de ese contacto con nuestro bebé, que sin duda afianzará más el lazo entre ambos.