Lo que unos tiran…
Esta semana he leído un artículo que me ha dejado turulata, y el título es:
“SUECIA COMPRA 800 TONELADAS DE BASURA”
¿Para que la querrán? Se preguntarán ustedes. Pues para producir energía.
Si señores, Suecia es el líder mundial en producir calefacción y electricidad con material reciclado.
Tomando en cuenta que cada sueco genera media tonelada anual, frente a las 6 toneladas “per cápita” que generamos el resto de europeos, el país escandinavo sufre déficit de materia prima.
En la Agencia de Protección Medioambiental Sueca indican: “Tenemos más capacidad que producción de basura utilizable para su incineración”.
¡Con un par!
Pero no queda ahí la cosa; Suecia se beneficia con una compensación económica por parte de Noruega, país que más contribuye con sus desechos, por recibir su basura.
Pero aún hay más: Suecia tiene el encargo de venderle a Noruega los restos contaminantes (metales pesados) producidos en la incineración.
Aquí tienen ustedes un negocio redondo.
Si tomamos en cuenta que Suecia, junto a Suiza, Austria, Alemania, Holanda y Noruega, lideran el índice de reciclaje global, ¿No es hora de tomar cartas en el asunto y generalizar a toda Europa y al resto del mundo esta práctica tan cívica y sostenible?
Si se ha demostrado que es un negocio redondo ¿Por qué no empezamos a aprovechar toda la ingente basura que generamos?
Suecia está demostrando que es posible y que además es rentable.
¡Coño! ¡A que esperamos!
Nos quejamos en foros, blogs, seminarios, etc. de la contaminación que producimos en detrimento de la vida en nuestro planeta.
¡Pues aquí tenemos una solución!
Lo único que nos falta es querer hacerlo.
Salgamos los ciudadanos a las calles para exigir acciones inmediatas.
Recuerden la Marsellesa, cambiemos “armas” por “basuras” y canten todos a una:
Aux poubelles les citoyens!
Formez vos bataillons !
Marchons, marchons,
¡Comencemos la revolución del Residuo!
Justine de la Bretonne